domingo, 3 de abril de 2016

Tomás el Incrédulo y Tomás el Crédulo



En el Evangelio de San Juan (XX,19-31) refiere cómo el Salvador se dignó condescender con las exigencias del Incrédulo Tomás, para probarle su Resurrección, hasta que proclamara su divinidad clamando con fe y amor: "¡Señor mío y Dios mío!" 
Proclamemos también nuestra fe con valentía, especialmente, en el momento solemne de la Consagración y en la Exposición del Santísimo Sacramento.

Santo Tomás de Aquino escribió el Himno Adoro Te Devote, que es uno de los cinco Himnos que compuso en Honor a Jesús en el Santísimo Sacramento a solicitud del Papa Urbano IV con motivo de haber establecido por primera vez la Fiesta del Corpus Christi en 1264. El himno se encuentra en el Misal Romano como una oración de acción de gracias, después de la Misa una indulgencia parcial se concede a los fieles que recen con devoción este himno.

La presencia del verdadero cuerpo de Cristo y de la verdadera sangre de Cristo en la Eucaristía ‘no se conoce por los sentidos, dice Santo Tomás de Aquino, sino solo por la fe, la cual se apoya en la autoridad de Dios’.(Cf. CEC, 1381.).

Santo Tomás de Aquino representa a todos los cristianos que "creen sin haber visto", sino solamente por la fe de Cristo.

Adoro Te Devote

Adoro te devote, latens Deitas,
Quae sub his figuris vere latitas:
Tibi se cor meum totum subiicit,
Quia te contemplans totum deficit.

Visus, tactus, gustus in te fallitur,
Sed auditu solo tuto creditur.
Credo quidquid dixit Dei Filius:
Nil hoc verbo Veritatis verius.

In cruce latebat sola Deitas,
At hic latet simul et humanitas;
Ambo tamen credens atque confitens,
Peto quod petivit latro paenitens.

Plagas, sicut Thomas, non intueor;
Deum tamen meum te confiteor.
Fac me tibi semper magis credere,
In te spem habere, te diligere.

O memoriale mortis Domini!
Panis vivus, vitam praestans homini!
Praesta meae menti de te vivere
Et te illi semper dulce sapere.

Pie pellicane, Iesu Domine,
Me immundum munda tuo sanguine.
Cuius una stilla salvum facere
Totum mundum quit ab omni scelere.

Iesu, quem velatum nunc aspicio,
Oro fiat illud quod tam sitio;
Ut te revelata cernens facie
Visu sim beatus tuae gloriae. Amen.

Adoro Te Devote (Traducción)


Postrado te adoro, Deidad escondida,
que tras las especies celas tu venida;
entrégote el alma toda, totalmente,
porque al contemplarte se arroba mi mente.

Vista, gusto, tacto no aciertan Contigo,
pues sólo el oído sirve de testigo;
creo en la Palabra del Hijo de Dios,
verísimo verbo del Verbo, su voz.

En la cruz velabas sólo tu Deidad,
y aquí lo haces junto con tu Humanidad;
uniéndolas ambas en mi confesión
reclamo tu amparo como el buen ladrón.

No veo las llagas que palpó Tomás,
como a Dios, empero, te adoro sin más;
auméntame siempre la fe y la confianza,
que te ame, y amándote crezca mi esperanza.

Oh sacra memoria de tu sacra muerte,
Pan Vivo, de vida para nuestra suerte;
concede a mi alma que viva de él, 
y la endulce siempre su divina miel.

Pelícano pío, sangrante Jesús,
límpiame tu sangre vertida en la cruz,
que con una gota de aquella pudiste
redimir al mundo, y entera la diste.

Jesús, que entre velos ahora te veo,
pídote que sacies mi ardiente deseo,
y por fin tu rostro pueda yo también,
contemplar sin velos en la gloria. Amén.

(Traducción de Carlos A. Sáenz).

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