miércoles, 27 de mayo de 2015

不用! Primera crónica sobre la Santa Misión del 2015 en Wufeng – Taiwán

misionesIVE mayo 14, 2015 Taiwán

Ciertamente hay conversiones. Muchos paganos nos reciben muy bien y escuchan con suma atención cuando tocamos las puertas de sus casas para hablarles de Nuestro Señor Jesucristo. Ejemplos sobran. De estos frutos ya hablamos en crónicas pasadas y seguiremos hablando de ello en crónicas futuras. Pero también hay rechazos y esto también es parte de la vida misional y a ésto nos referiremos en estas breves líneas. Son los llamados “fracasos” apostólicos, aunque, en realidad, son solo aparentes fracasos con tal de que el Apóstol haya sido fiel a Dios. Digamos, entonces, una palabra sobre esta cruz del Misionero, partiendo de un hecho que se repite en las andanzas misionales por Taiwán.

En la Misión Ad Gentes Intensiva (versión ad gentes de nuestras Misiones Populares) que estamos haciendo esta semana, los seminaristas nativos, durante dos días, visitaron el mercado vecino a nuestra parroquia de Wufeng, en Taiwán. Los seminaristas invitaban a los paganos a conocer a Cristo y muchos les contestaban “不用!” (bu yong) que significa “para mí no es útil”.
Uno de los que dijo “不用!”

A menudo también, hace no mucho, algunos locales nos daban la misma penosa respuesta cuando íbamos a su encuentro para invitarlos a conocer al Dios verdadero.

En muchos casos los paganos no tendrán otra oportunidad de conocer a Cristo y esa única oportunidad que, por misericordia de Dios, tienen en sus vidas la desperdician miserablemente diciendo solamente dos sílabas: “不用!”. Con estas dos sílabas rechazan oir el mensaje de nuestro Señor muerto por nosotros en la Cruz.

Es una respuesta nefasta ya que dicen “[Cristo] no es útil [para mí]”, cuando, en realidad, Cristo es precisamente lo que más necesitan. Es más, en el fondo, Cristo es lo único que necesitamos.

Pero ¿por qué ellos dicen “不用”? Pienso que, en general, podemos responder con la primer palabra del Señor en la Cruz: “no saben lo que hacen”.

Ante esta situación, ¿qué podemos hacer? Pienso que hay tres cosas muy importantes que podemos hacer.

Primero, crecer en el espíritu de fe y así podremos decir con San Alberto Hurtado que “en el mundo de lo invisible, lo que en apariencia no sirve, es lo que sirve más” y que por eso “[en] un fracaso completo aceptado de buen grado, [hay] más éxito sobrenatural que [en] todos los triunfos”[1]. He aquí que, como, a su vez, dice el Santo, debemos agradecer los frutos de nuestros fracasos apostólicos:

“Sembrar sin preocuparse de lo que saldrá. No cansarse de sembrar. Dar gracias a Dios de los frutos apostólicos de mis fracasos. Cuando Cristo habló al joven, fracasó, pero, cuántos han escuchado la lección; y ante la Eucaristía, huyeron, pero ¡cuántos han venido después! ¡Trabajarás!, tu celo parecerá muerto, pero ¡cuántos vivirán gracias a ti!”.

Segundo, ante los fracasos, es bueno empeñarnos en crecer en la caridad, esto es, esforzarnos más y más por alcanzar la máxima Santidad y hacer lo posible para triplicar nuestro celo misional.
Seminaristas misionando en un mercado de Wufeng

Tercero, insistir más y más a los católicos, especialmente a los niños, que recen más por la conversión de los pobres infieles. El Papa Pío XI pedía que se exhorte con calor a los niños para que recen para “que los gentiles lleguen a recibir la fe”[2]. S.S. Pío XI escribía claramente: “deseamos que de los asilos, de los llamados orfanatos, de las escuelas y colegios de niños […] suba a lo alto todos los días la oración, y baje sobre tantos hombres infelices y tan numerosas razas de gentiles la misericordia de Dios. Porque a los inocentes y a las almas castas ¿qué va a negar o rehusar el Padre celestial?”[3].

Por eso, si más niños rezasen por la conversión de los infieles, mucha menos gente dirá “不用”. Si más niños rezasen diariamente por la conversión de los infieles, muchos más paganos dirán que quieren conocer a Cristo.

Nuestra esperanza es muy fuerte ya que contamos con el Espíritu Santo, que es el Protagonista de la Misión.

No olvidemos las palabras del Magisterio Eclesial, en el que leemos esta pregunta retórica: “a los inocentes y a las almas castas ¿qué va a negar o rehusar el Padre celestial?”[4].

Suplicamos recen y hagan rezar por los frutos de la Misión Intensiva que se predica en Wufeng hasta el domingo que viene.

Invitando a las almas a conocer a Cristo

Comunidad Sacerdotal “Mateo Ricci”

Wufeng, Taichung, Taiwán (12/5/15)

Extremo Oriente

[1] San Alberto Hurtado, Prédica sobre la Resurrección, en Ejercicios Espirituales (Semana Santa de 1948). Reproducimos la cita exacta: “En el mundo de lo invisible, lo que en apariencia no sirve, es lo que sirve más. Un fracaso completo aceptado de buen grado, más éxito sobrenatural que todos los triunfos”.

[2] S.S. Pío XI, Enc. Rerum Ecclesiae, 32; cfr. también 33-34.

[3] S.S. Pío XI, Enc. Rerum Ecclesiae, 34.

[4] S.S. Pío XI, Enc. Rerum Ecclesiae, 34.

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